Que interesante puede ser una situación de pánico.


Al avión se le pararon todos los motores, nada funcionaba en la cabina de mando…..el capitán de vuelo, cumpliendo su obligación, comunico al pasaje:

- Dentro de cinco minutos, nos vamos a estrellar, vamos a morir todos, prepárense para la muerte.

Todo el mundo entro en ataque de pánico, todo era histeria, nadie sabía qué hacer, vamos a morir de cinco minutos.

Nuestro querido héroe, formado en la meditación, en el aquí y el ahora, decidió meditar aquellos cinco minutos….abrió la ventana del avión y salto al vacío, que mas daba, iba a morir de todas formas…..al principio noto el aire frio, que le rozaba la cara, jamás había sentido un aire tan frio y húmedo como aquel…..y que bien distinto era de todos los aires que había percibido hasta entonces, Jo, una experiencia nueva que interesante, no?

Abrió la chaqueta, comenzó a volar como un pájaro, miro a su alrededor, el sol le pareció más hermoso que nunca, más cercano que nunca, sus rayos lo acariciaban….se movió entre alguna nube, sintió el algodón de aquella densidad humedad…..cuantas cosas podía conocer su cerebro en tan poco tiempo y con qué intensidad las conocía.

Miro hacia abajo y contemplo, los hermosos paisajes desde arriba, en su vida había tenido la oportunidad de ello…..montañas, planicies, ríos, lagos, la costa……su instinto de supervivencia la hacía pensar en caer en algún lugar blando, como un lago o así, pero la velocidad de caída era tan grande, que no podía elegir el sitio donde caer…..qué bonito era todo, el verde de los prados, el azul del mar, el azul del cielo….el mismo se sentía volar, volar al fin, que experiencia mas única e interesante, cuando la vida que él llevaba le podía haber dado esa experiencia.

A los cinco minutos, se pego la gran hostia contra el suelo, sus vísceras quedaron esparcidas en cientos de metros……no consiguió ni un minuto más, ni uno menos, que los compañeros de pasaje, que habían entrado en pánico….pero que cinco minutos más interesantes, irrepetibles, irrepetibles.

Un abrazo infinito y solidario, siempre suyo.